De esta forma, Venezuela y por ende Caracas, entra en una fase de intenso crecimiento, de profunda transformación a un ritmo muy acelerado, que según Ceballos (1999) “forma parte del estimulo en las acciones del gobierno al crear situaciones de falta productividad, totalmente apoyado en los cuantiosos ingresos fiscales por concepto de la renta petrolera. Dando como consecuencia, un aumento proporcional exagerado a causa de la desproporción de las actividades terciarias, sin que las industria ocupen un papel de importancia”
Según Tovar (2006), “La Venezuela Petrolera con una acumulación cuantiosa y veloz de capitales que se comporta como atípica, razón: el decreto por el congreso en 1942 y 1493, de dos instrumentos legales: el impuesto sobre la renta y la ley de hidrocarburos”. Se puede decir que la ley de hidrocarburos, logro dejar ganancias reales en lo que concierne a la explotación y exportación del producto, dando como resultado un estado ahora enriquecido. Se tomo como prioridad el mejoramiento de la infraestructura espacial: creación de vías de comunicación entre la capital (Caracas) y otras ciudades; edificación con finalidad de orden socia: hospitales, escuelas, servicios, etc.
En este periodo emerge una burguesía nacional, que comienza un proceso de industrialización interiormente orientado, en los años posteriores a los años cuarenta que, al no haber obtenido resultados favorable, se enfoca en un nuevo tipo de industrialización importada (entre 1950 y 1958), intensificándose durante el proceso de industrialización sustitutiva por parte de la burguesía mixta (nacional-extranjera), desde esta ultima fecha hasta nuestros días y que da forma y afianza la estructura espacial centralizada.
La burguesía mixta (nacional extranjera) que dirige el proceso de industrialización sustitutiva a influido tanto en la distribución geográfica de la población nacional, en correlación directa con las localizaciones económicas, como en la de la población citadina en el espacio urbano, a través de la especulación de la tierra, determinando u obstaculizando, según los casos, su “urbanización y usos. (Acosta M. Ciudad y Capitalismo pg. 168)
En las grandes ciudades se puede apreciar la expansión física de la ciudad hacia la periferia, hacia lugares que esta clase burguesa considera apropiada para establecerse. Al igual que la influencia que ejerce en la infraestructura tanto en la demanda de servicios sanitarios, como en la vialidad urbana. Un ejemplo de esto es la expansión de Caracas hacia el este, sureste y suroeste, donde ha influido la ubicación de la clase alta en las zonas de condiciones óptimas, encareciendo innecesariamente las finanzas municipales por la necesidad de proveer buenos servicios urbanos y de infraestructura a estas áreas.
La edificación de viviendas multifamiliares en los años posteriores va a responder a la demanda por parte de la clase media de la clase media, surgida esta, por los efectos de la industrialización, la urbanización acelerada y los nuevos cambios en la estructura espacial. Esta clase social posee una composición heterogénea: profesionales, empleados ejecutivos, técnicos y cualquiera que sus ingresos les permitiera asumir un patrón de consumo y comportamiento que generó nuevas necesidades, además de las básicas.
También es importante resaltar que esta expansión espacial de la ciudad, en relación directa con la expansión de la clase popular de bajos ingresos socioeconómicos, provenientes del interior del país por migraciones internas, las cuales han venido a los centros urbanos con la esperanza de mejorara sus condiciones de vida; como el caso del Señor Carlos Manuel de 73 años, habitante de la parroquia la Pastora el cual afirma: “me vine de Guarico a buscar trabajo, en el campo nos moríamos de hambre, no había producción”, al igual que el Señor José Azpúrua, cuando expresa “me vine de Barinas a buscar mejores condiciones de vida”.
Analizando lo mencionado en las entrevistas, y el contexto nacional, se observa la influencia del auge petrolero en la transformación de la dinámica del espacio venezolano, sobretodo hacia el principal espacio dominante de inversión (Caracas), donde se presenta la concentración del pode (económico, político, social, entre otros) y por ende, mayores oportunidades de trabajo y de acceso a los servicios.
Esta clase social fue segregada hacia la periferia de la ciudad, estableciéndose en comunidades con viviendas de tipo no planificadas, y en su mayoría autoconstruidas. Los planes de viviendas, para ese momento (mediados del siglo XX), están fuera del alcance de las personas de este estrato social, debido a la desigual distribución de ingreso, así como la inestabilidad laboral y el desempleo.
Este factor socioeconómico desencadeno una expansión descontrolada en el área de Caracas, sobretodo a partir de los años 50 del pasado siglo. Por un lado, fundamentalmente hacia el sureste, se inicia un proceso de urbanización “inducida”, con un espacio urbano costoso; y por otro lado, el dominio de viviendas no planificadas (tipo rancho) hacia el área de lo0s Hornitos y Catuche de la parroquia la Pastora, que en sus alrededores encontramos construcciones de viviendas no planificadas sin cultura de prevención y riesgo, con problemas de hacinamiento en el uso del espacio con aglomeración de la población en densidades altas y medias.
La Pastora, ubicada en el centro (relativo) de esta contradicción, desde un punto de vista físico-económico y en concordancia con el “Espacio Centralizado” propuesto por Ceballos (1999), las actividades del sector terciario, concentra aun más la importancia política, económica-comercial y social de Caracas y su periferia, aunado a que esta región (centro norte del país) se convierte en el espacio dominante de inversión (EDI), donde se establece que el 81% de las inversiones extranjeras están dirigidas a este sector (según estudios de Cebellos) distribuidas en: manufactura, construcción, servicios y banca comercial.
El incremento de la construcción, concentrado en un 71% en esta región, como ya se ha explicado, acelera el proceso de expansión de la población de forma generalizada, pero con especificidades en cada uno de los sectores de Caracas.
Dentro de este sector se logro frenar a mediado de los años 70 el modelo de progreso y desarrollismo, que afianzaba el capitalismo en la orbe mundial, específicamente en su fase neoliberal, que solo buscaba el beneficio económico, sin importarle la preservación histórico-cultural del país; el plan de desarrollo urbano buscaba el reordenamiento del espacio geográfico para la construcción de viviendas multifamiliares en la Pastora, pero gracias a la comunidad organizada y a los colectivos en dicha época, se lograron generar informes y discusiones en meses de diálogos, donde participaron vecinos y autoridades gubernamentales, para lograr un consenso deteniendo esa visión errada de progreso que acabaría por exterminar las manifestaciones culturales y el sentido de pertenencia e identidad de los habitantes del sector, logrando la declaración por parte del Concejo Municipal de una gran parte de la Pastora como “Polígono Histórico Tradicional de Caracas”
La Pastora, incremento en gran medida el aumento de su población, pero siguió y sigue manteniendo el tipo de vivienda característico de su fundación, mediados del siglo XVI (no en todos sus sectores) en adelante; viviendas continuas unifamiliares de gran tamaño, agrupadas una al lado de la otra, pero que a su vez han sufrido transformaciones en su estructura interna, es decir, la fachada sigue conservando su estructura y diseño, pero el interior de las mismas presentan estructuras modernas, que van desde sistemas eléctricos hasta cambios completos en el diseño interior de los hogares.
Muchas de estas viviendas, sobretodo alrededor de la Plaza y la Iglesia (casco histórico central) están cumpliendo funciones de centros educativos, culturales y de protección civil (jefatura), dándose por consiguiente, transferencia en el uso del espacio, además es el lugar donde se manifiesta el auge de las actividades económicas en el sector, en correspondencia con Caracas y el país, respondiendo a las necesidades de la superestructura capitalista en la cual esta inmersa